viernes, 21 de enero de 2011

Benito Mussolini (I)


Benito Mussolini nació en Dovia di Predappio el 29 de julio de 1883, hijo de un herrero. Tuvo una formación autodidacta y trabajó como maestro y periodista en el norte de Italia; contrajo matrimonio con Rachele Guidi en 1910 y de esta unión nacieron cinco hijos. 
Las autoridades le encarcelaron por su oposición a la guerra entre Italia y Libia (1911-1912). Poco después fue nombrado director de Avanti!, el periódico oficial del Partido Socialista (en el que había ingresado en 1900) en Milán. Cuando estalló la I Guerra Mundial en 1914, la reacción inicial de Mussolini fue denunciar el carácter imperialista del conflicto desde una posición neutralista, pero no tardó en cambiar de opinión y reclamar la intervención de Italia en apoyo de los aliados. Fue expulsado del Partido Socialista y fundó en octubre de 1914 su propio diario en Milán, Il Popolo d’Italia, que más tarde se convertiría en el órgano oficial del Partido Nacional Fascista.

En el Milán de la posguerra Mussolini fundó los Fascios Italianos de Combate en marzo de 1919. Este movimiento de carácter nacionalista, antiliberal y antisocialista consiguió el apoyo de amplias capas de la sociedad. Tomó su nombre de las fasces, un antiguo símbolo de la disciplina romana. Su actividad se extendió por las zonas rurales, donde sus milicias de Camisas negras conseguían el respaldo de los terratenientes mientras atacaban a las ligas de campesinos y a las asociaciones socialistas. En un alarde de oportunismo, el fascismo abandonó su talante republicano para ganarse la confianza del Ejército y de la monarquía.

Un día después de que los fascistas realizaran la denominada "marcha sobre Roma", el rey Víctor Manuel III invitó a Mussolini a formar gobierno (29 de octubre de 1922). En 1926, el duce (voz italiana que significa "jefe", y título adoptado por Mussolini hacia 1924) había transformado el país en un régimen unipartidista y totalitario basado en el poder del Gran Consejo Fascista, órgano de nueva creación, y respaldado por las milicias de seguridad nacional.

Suprimido el Parlamento, creó la Cámara de los Fascios y de las Corporaciones, con un mero carácter consultivo. Dentro del nuevo "Estado corporativo", los empresarios y los trabajadores se organizaban en grupos controlados por el partido que representaban a los distintos sectores de la economía. Se mantuvo el sistema capitalista y se incrementaron los servicios sociales, pero se abolieron los sindicatos independientes y el derecho a la huelga.

Mussolini adoptó una política exterior agresiva; contravino las recomendaciones de la Sociedad de Naciones e inició la conquista de Etiopía (Abisinia, 1935-1936), ganándose así la aclamación de casi todos los sectores de la sociedad italiana.

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